Sistema de fosfágenos o anaeróbico

El sistema de fosfágenos o anaeróbico es un sistema de energía a corto plazo que funciona principalmente al inicio de la actividad muscular intensa.

Su nombre se debe a la presencia en los músculos de la acumulación de ATP (adenosín trifosfato) y fosfocreatina.

Las fibras musculares de contracción rápida (tipo II) contienen mayor concentración de fosfágeno que las fibras de contracción lenta (tipo I) .

Cuando comienza la actividad muscular, la energía se obtiene del ATP que se encuentra almacenado en las fibras musculares. Este ATP se consume rápidamente en los primeros 6 segundos desprendiendo un átomo del grupo fosfato para producir energía y formando una molécula distinta de ADP como resultado. El sistema de fosfágenos se encarga de reponer este átomo del grupo fosfato perdido a partir de la fosfocreatina almacenada en el músculo, proporcionando energía para otros 30 segundos adicionales.

Este sistema consume el ATP de forma acelerada pero también lo repone rápidamente al 80% - 90% después de un minuto de descanso. Siendo esta cualidad la base principal de los sistemas de entrenamiento por circuitos como el HIIT.

En este sistema actúan dos enzimas catabolizantes que son las bases del funcionamiento:

Adenosín trifosfatasa (ATPasa) que descompone el ATP separando un grupo fosfato y obteniendo energía y ADP.

Creatincinasa que ayuda a descomponer la fosfocreatina  para volver a incorporar el grupo fosfato perdido y formar nuevamente ATP.

Este sistema funciona obteniendo energía del ATP y la fosfocreatina, dos reservas limitadas que cuando se agotan dan lugar a otros sistema de producción de ATP para continuar proporcionando energía. Mientras continúe la actividad muscular se seguirá creando ADP y por consiguiente ATP, cuando disminuya la actividad física pasarán a tomar el control otros sistemas energéticos, aumentarán los niveles de ATP y disminuirán los niveles de creatincinasa.